En el contexto del foro del encuentro NextGen Book se organizó un debate en el que intervinieron:
Eric del Arco (Director de la librería Documenta y presidente del bookstore Gremi de Llibreters de Catalunya)
Arturo Álvaro (Dir. Comercial de Logista)
Carlota del Amo (Dir. de Comunicación en Penguin Random House España)
Arantxa Mellado (Dir. de LiberExpress)
Arantxa Mellado explicó en esta sesión que se iba a desarrollar un debate sin moderador, en el que se contaba con una editorial, distribuidora, imprenta y distribuidor y librería.
Carlota del Amo animó a todos a ponerse las “gafas verdes”: “Porque esto es un trabajo colectivo y cada uno de nosotros, o sea, las empresas podemos implementar millones de cosas, pero cada uno de nosotros tenemos que pensar cómo podemos hacerlo mejor en el huequito que lo hacemos” al referirse a la necesidad de trabajar con este desafío en todos y cada uno de los procesos editoriales y no sólo en lo relativo a la producción.
Arturo Álvaro incidió en la urgencia de que la industria española se ponga al día en temas de sostenibilidad: “Deberíamos haber empezado con todas estas cuestiones hace ya tiempo, hace más de diez años. Yo llevo trabajando 17 años en el sector editorial y desde el principio me quedaba sorprendido con ciertas cosas. Es un sector resiliente, pero en mi opinión, quizá sea porque soy muy autoexigente, más que resiliente, es un sector inmóvil en muchos casos y llevamos con problemas desde hace años encima de la mesa que se han trabajado, pero en los que no hemos avanzado”.
Arantxa Mellado hizo una defensa de la edición digital: “Es máquina a máquina, es un proceso de rotación súper eficiente, muy sostenibilidad y ecológico. Funciona bien si se calcula bien. Necesitamos datos para ello. El segundo modelo de negocio que puede llevar a cabo una imprenta distribuidora como nosotros, como Libre Express, es precisamente distribuir los libros sin stock. En ese caso es lo que se llama el print to order, la impresión cuando hay una compra definida por parte del del lector. La diferencia entre una distribución convencional y la distribución en uno a uno, que es lo que hace el print to order, es que nosotros no tenemos almacén. Nosotros no tenemos libros impresos. Trabajamos sin stock. Mientras un distribuidor convencional almacena libros, nosotros almacenamos archivos. Son archivos de imprenta que se convierten en un libro cuando se produce una venta en firme. Segunda diferencia con un distribuidor convencional, puesto que solo imprimimos cuando se produce la venta, no generamos devoluciones. Y no generamos devoluciones porque hay una norma, la norma CSL, la norma de cadena de suministro del libro, creo que es la número ocho, que establece que los libros impresos bajo demanda no están sujetos a devolución. Obviamente, no es algo que nos hayamos inventado nosotros, es una convención a la cual llegó el sector editorial hace ya como diez años”.
Eric del Arco incidió, entre otras cosas, la ineficiencia intrínseca del sistema habitual de funcionamiento de la distribución de libros hacia las librerías y el esquema de devoluciones superiores a un 30 por ciento: “Todo el mundo, aunque digan que no, todo el mundo quiere tener su libro en la librería y cuando ya hace un año que lo ha sacado de novedad, lo quiere tener en la estantería puesto. Eso es una competencia de growth. Y yo lo que vengo a ver desde estos nueve años que soy librero es que es un sistema altamente ineficiente, altamente costoso a nivel energético, que se va trabajando, porque lo vemos, en mejorar esto desde muchos puntos de vista, porque tenemos, lo decimos, el coste de producción, que son los editores, que son unos costes determinados que ellos van viendo cuánto cuesta a nivel energético, a nivel ecológico, fabricar un libro. Luego, las distribuidoras, como decimos, no es raro que cada día vengan diez furgonetas, ocho furgonetas a traernos libros, a recoger las devoluciones y por tanto, ahí hay un tráfico de carbono brutal, que es real y más en las ciudades como Barcelona, donde el tráfico de eso se nota muchísimo”.