El texto final aprobado por los legisladores modifica algunas propuestas anteriores, que habrían dificultado la lucha contra los contenidos ilegales, tal y como había sido definida bajo la Directiva de Comercio Electrónico de 2000. Esta nueva Ley de Servicios Digitales proporciona un marco legal más coherente, que permitirá a la industria cultural europea (como la industria editorial) seguir protegiendo sus contenidos en línea. No es una panacea, pero al menos no empeora la situación y despeja algunas cuestiones.
Esta nueva regulación también impone algunas obligaciones adicionales a las grandes plataformas de servicios en Internet, tratando de facilitar que la protección del contenido de los editores y que los usos ilegales de sus productos se eliminen de esos sitios web.
La Ley de Servicios Digitales impone obligaciones a esos grandes proveedores digitales, prohibiendo algunas sus prácticas anticompetitivas y evitando que dañen el mercado de contenidos y a sus competidores, los cuales son en la mayoría de los casos pymes (ya sean librerías o editoriales).
Peter Kraus vom Cleff, presidente de la Federación Europea de Editores (EFP), declaró: “Europa está mostrando una vez más su voluntad de regular el entorno on-line, pero la norma de servicios digitales no soluciona el problema más significativo, que es la difusión de contenido ilegal en línea. Lamento que no incluya herramientas más sólidas para combatir el contenido ilegal, como sería un mecanismo justo de advertencia y suspensión. Esta norma sólo puede ser un primer paso de un proceso en que la Unión Europea garantice en el futuro que el contenido ilegal en línea no vuelva a aparecer después de ser eliminado”.
Jean-Luc Treutenaere, copresidente de EIFB, declaró: “Llevamos muchos años pidiendo una legislación europea como esta norma, tras décadas de prácticas desleales por parte de grandes plataformas en línea, que actúan como guardianes digitales. Por lo tanto, acogemos con beneplácito la adopción de estas reglas y obligaciones tan esperadas, que serán enormemente beneficiosas para todo el sector del libro y garantizarán una competencia más justa en el mundo digital”.